martes, 18 de marzo de 2008

SOLEDAD


Soledad es el nombre de la herida
que propicia mi muerte
y hoy la suerte
me condena al dolor de tu partida.

En el gélido rojo, dónde anida
tu despecho más fuerte,
ahí tiento a la inerte
corporeidad humana que me olvida.

No te pido la carne de tu boca
me basta con pedirte que se abra
al explícito azul de tu palabra.

Que crea mi soñar que no es de roca
ese vitral callado y displicente,
frío hielo de obsidiana candente.

SANTIAGO REDONDO VEGA